Hace años, en este pueblo solía vivir una niña llamada Ayano Tsukimi, la cual luego de 11 años volvió a su hogar en ese pequeño pueblo.
Al volver pudo notar como iban muriendo personas poco a poco, y ella comenzaba a hacer muñecos idénticos y los ponía en los lugares que solía frecuentar el difunto. Al principio esto estaba bien, los habitantes que aun vivían allí no parecían molestos ni nada; pero unos pocos días después, comenzaron a escucharse sonidos en la noche, cuando la gente iba a ver, esos sonidos provenían de los muñecos. Toda la gente, aterrada, decidió mudarse de pueblo y jamas volver, dejando allí a Ayano, quien seguía haciendo muñecos hasta el día de su muerte.
Hoy en día esta prohibido entrar a ese pueblo, y esta protegido por varios policías. Algunos de ellos dicen que por la noche, aun se escuchan sonidos provenientes de los muñecos y la voz de una mujer.
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